sábado, 18 de junio de 2011

elotrodia

El otro día me quedé dormida a las 10 pm sentada viendo tele, instantáneamente me salieron canas, supe todos los puntos del tejido y pase a tener nietos y no hijos.

viernes, 18 de marzo de 2011

megustan

me gustan las playas de acá porque el arena es blanca, el sol  calentito y las conchas son como castañuelas.

sábado, 12 de marzo de 2011

tsunami

Anoche llegamos a casa y recibimos una llamada de mi viejo en mi celular. La cuestión decía algo así: "que tsunami en Japón, que olas de 10 mts, que alerta en las costas de Nueva Zelanda, que andate para el monte, que vos que vivís tan cerca del agua"
Y la manzana no cae tan lejos del árbol, eso lo sabemos todos, así que 5 segundos después yo estaba lista como una sirena pregonando la emergencia. 
Con poco éxito claro, el mundo de hoy no se asusta tan fácil, antes Juanito decía "lobo!" y la gente corría, yo decía "tsunami!" y los tres colombianos que viven al lado se fueron a dormir, un fiasco.
A duras penas logré convencer o arrastrar a mi estado de pánico a mi concubino y a dos vecinos más Uruguayos, y unas horas después metimos toda nuestra casa en el baúl del auto y provisiones para sobrevivir este fin del mundo, porque claro eso me imaginaba en el fondo de mi cabeza, El fin del mundo, ni más ni menos, olas que se llevaran nuestra casa, a los propietarios (que viven con nosotros) y definitivamente a los tres colombianos, que cuasi Titanic se iban a cuchariar en la cama como los viejitos en el final de la peli. Yo pensaba que al otro día ibamos a volver e iban a faltar paredes, que el dvd de Imagine que dejamos en el cuarto olvidado iba a estar flotando entre remolinos de agua, entendes? el FIN-DEL-MUNDO, tsunami.
Y nos fuimos de noche en los autos al monte, a una entrada de un campo en dónde podíamos estacionar los autos y sobrevivir. 
Hoy leimos los diarios y las olas en Nueva Zelanda midieron 40 cm, cuarenta, y yo que había armado una caja con proviciones. 

sábado, 5 de marzo de 2011

timidoelquenohablayelquehablatambién

Hay dos tipos de tímidos, el que todos conocen que no habla ni una palabra, y el otro que se pone tan pero tan nervioso que habla mucho pero mucho de más. Es muy difícil ser del segundo tipo, lo sé.

miércoles, 2 de marzo de 2011

micumple


Hay sensaciones e historias difíciles de contar, en este caso se aplica. Así que lo único que voy a decir es que en Okere Falls esta el salto navegable más alto del mundo. Y yo lo salte.

lunes, 28 de febrero de 2011

elratónperez

Alguien se dio cuenta lo morboso que es decirle a un chico que hay un ratón que colecciona dientes?

domingo, 27 de febrero de 2011

uno,dos,tres,empujen

Doce de la noche volviendo de una fiesta  (sí, si ya sé, pero es que las fiestas acá empiezan a las 7 de la tarde, justo después de cenar) eramos 6 caminando, algunos medio borrachos, otros no tanto, pero íbamos lento porque el camino era empinado y estaba embarradísimo por la lluvia a la tarde.
Cruzado en medio del camino nos encontramos en un auto a uno de la fiesta, con la trompa metida en el barro del costado del camino sin posibilidad alguna de salir. En un gesto más que amable los 6 que veníamos, 3 chicas y 3 chicos, ofrecimos dar un empujón. Todos a la trompa, con los pies mucho más adentro del barro contamos hasta 3 y empujamos. De repente con la luz interna del auto vislumbro que hay una hija de puta sentada en el asiento de acompañante lo más pancha, escucho la cuenta regresiva de nuevo y si bien mi cuerpo empuja sólo puedo pensar "bájate perra que yo estoy toda embarrada por tu culpa". Un empujón más y el auto nada, ni medio centímetro afuera.
Fabián un groso muy groso, tuvo una idea que explica su carácter bonachón y su espalda de algún tipín de 300: "levantemos el auto y movamoslo hacia el costado hasta que quede hacia abajo y ahí lo empujamos mucho más fácil", quiero volver a aclarar que el auto estaba atravesado totalmente, osea transversal a la calle. La borrachera, la testosterona o la bondad o algo por el estilo hizo que todos se subieran a este plan descabellado.
Uno, dos, tres y el auto se movió un poquito, uno, dos, tres y otro poquito más, se necesitaron 18 cuentas para correr el auto. Arranque, primera y salió. El dueño del auto bajó su ventana, dijo: "muchas gracias en serio!" y se fue; SE-FUE, nos dejó de nuevo caminando en el barro, con la cintura hecha mierda, y las patas sucias, SE-FUE. Nadie puede ser tan hijo de puta, flaco llévanos a nuestras casas, hacé dos viajes, llevá a las mujeres, regalame un vino, un asado al otro día, tu primer hijo varón, algo, empujamos tu auto, corrección levantamos tu auto y lo empujamos LE-VAN-TA-MOS!

Más tarde le muestro el moretón que me hice a mi concubino en la pierna y él me dice: "ah vos empujaste? yo fingí fuerza y punto, mirá si voy a estar haciendo tanto esfuerzo por un borracho que no conozco, que fue tan pelotudo de manejar mamado y meter el auto así y que sólo tiró un gracias al final", sabés que: tiene razón.

lunes, 14 de febrero de 2011

lacasainternacionaldeJuan

Nos pensábamos quedar una sola noche en lo de Juan, pero terminamos quedándonos tres.
Una vez que entendimos el orden en lo que a primera vista parecía un caos, sólo hubo que bajar un par de revoluciones, relajarse y disfrutar.

Así que quiero tomarme un segundo para agradecer las cosas lindas de "la casa internacional de Juan":
el pan gratis de la panadería donde trabajaba Juan, que ninguno de los hombres parecían tener remeras,  la chilena que nos trataba de explicar las cosas con paciencia,  los grillos que te musicalizaban las noches, el queso barato del super, el edificio que movieron en la esquina,  el brasuca que dijo que los asados Argentinos son mejores, la vista desde la calle al Sky centre en subida, la vista desde la calle al Sky centre en subida de noche, el tano que cocinaba cosas ricas, la palta a 1,99 el kilo, el mate con ronda internacional (tomaba el francés, un neozelandés, el tano, Juan y yo), el francés que hablaba mil idiomas y tenía los mejores pantalones del mundo, y por último Juan, que nos presto el sillón, que nos charló muchísimo, que terminó siendo un tipo con mucha pero mucha onda y que ojalá el tiempo acá nos cruce de nuevo.

desdelaNalaZ II

Día tres muchas fotografías mentales, así que les traigo un par de secuencias:
*Secuencia de fotos1:
aeropuerto, los de la aduana son mala onda en todos lados, letras del abecedario que suponemos que marcan gravedad de tu visita, eramos M pasamos a G, pienso que se dieron cuenta de algo, pienso qué se puede significar G, no se me ocurren muchas palabras en inglés que empiecen así; una señora nos manda a un lado, un señor nos manda a otro, terminamos atrás de unos paneles y la cosa pintó más heavy, a los de más adelante le revisan hasta el cepillo de dientes, yo pienso si me desarman la valija no sé quién la vuelve a cerrar; alguien dice algo de cuarentena, me imagino trajes pseudo espaciales y nosotros en una habitación pequeña; el señor nos dice algo en inglés yo respondo, mi concubino también, yo le doy un beso en el cachete por haber entendido (concubino no habla inglés) el señor nos dice que dejemos las demostraciones de amor para nuestras casas, nos mandan a otra fila, algo de rayos Ex, preguntan por el kilo de Yerba mate, pienso cómo se dice mate en inglés obvio no encuentro palabra posible, otra fila, uno más joven con una panza importante nos dice que esta prohibido traer miel, algo de que las abejas traen enfermedades de abejas o algo así, habla en inglés rápido y entiendo partes, dice que hay que deshacerse de la miel, decimos que esta bien y nos dejan irnos, pienso "este se "deshace" de la miel con pan esta tarde".

*Secuencia de fotos2:
La primer noche paramos en lo de un Argentino, nos dicen que es cerca de dónde nos deja el bondi, pienso ratoniamos el taxi y vamos caminando; cerca las bolas, menos con las valijas y menos cuando descubrimos que Auckland es bajada-subida, bajada-subida, nada es plano y obviamente las subidas son violeeeeeeeeeeentas; llegamos con algo de suerte y mucho de mapa, muertos, transpiradísimos, impresentables; nos recibe uno con cara de pocker, nos dice que Juan (el argentino) vuelve de trabajar a las 23, son recién las 10: aparece gente de muchas nacionalidades, parece que todos viven ahí, un Francés, una Chilena, un Neo Zelandés, un Brasilero, y el de cara de pocker que resulta ser Italiano, pensamos dónde carajo dormimos, un intento de almuerzo, y un intento de siesta después, cervezas, charla en idiomas, la "cama" es un sillón normalete en el que tenemos que dormir mi concubino y yo, dormimos para el ojete, pensamos mañana probamos de otra forma.

*Secuencia de fotos3:
Decidimos que tenemos que comprar un auto, aunque acá se maneje para el otro lado, llegamos tarde a la feria de autos, llegamos tarde al auto que vendía el Argentino, viajamos en bondi; probamos andar en bicicletas nos metemos dos veces en contramano, veo complicado el manejar acá.



//secuencias divertidas de contar//
//Esto sigue//

///Saludos a todos los que acompañen el viaje!///

miércoles, 2 de febrero de 2011

desdelaNalaZ

Imposible explicar lo contenta que estoy, creo que lo más cercano es:
lareputisimamadrequeloremilpario me voy a Nueva Zelanda en una semana!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Sí, así como suena, por fin nos aprobaron nuestras visas y sin más vueltas, mi concubino y yo nos vamos por tiempo indefinido, por trabajo indefinido a recorrer Nueva Zelanda y alrededores (con un poco de suerte incluirá Tailandia, Fiji, Australia,etc.). 
Yo no sé como más decirlo, pero esto ES genial!

domingo, 23 de enero de 2011

medialunasyelclarin

Los domingos me encanta ver a los hombres que se levantan temprano compran el diario y unas medialunas.

Hay que respetar un hombre que le encuentra placer a una rutina.

miércoles, 5 de enero de 2011

concubino II

No me molesta que dejes la tapa del inodoro levantada, ni que ronques, ni que me saques la sábana a la noche. No me molesta que siempre quieras ver películas viejas, ni que uses dos toallas. Nunca me molesto que te levantes temprano y hagas ruido en la cocina, o que cuando no podes dormir me pidas que te caliente un poco de leche o te cuente una historia.No me molesta que dejes pelos en el lavatorio o que me pinches cuando te crece la barba.
Pero si me robás de nuevo el último arrolladito primavera, ese que dejé para comer frío al otro día, ese que disfruto que todos dejen porque les da vergüenza comer el último, te juro, pero te juro en serio, que patitas para la calle eh!