martes, 5 de octubre de 2010

Luismi


Hace unos años trabaje en un catering muy pero muy top que iba a eventos de cierto level. La fiesta de esa noche era en un country, de esos con mucha seguridad, de esos que te hacen dejar tu huella y tu foto en una maquinita de la entrada.
La casa, una casa de esas que sólo vas a ver en la tele, que tienen la heladera de doble puerta con un dispenser incluido en dónde sale agua fría y hielo molido. Una de esas casas en dónde la mucama cama adentro Paraguaya me dijo: "el patrrroncito no nos deja tomar gaseosa". Gente con plata. Mucha plata.
El evento era de sushi libre, había una bruta carpa en el jardín y por ahí atrás también había una barra de helados Chungo, todo esto sólo para 40 personas. Por eso no me sorprendió para nada cuando el dueño me comento que le había regalado una casa en Punta a su mujer por el cumpleaños, ni me sonó del todo imposible cuando me dijo que eran muy amigos con Luis Miguel y que como estaba en Punta iba a pasar a cantar algunas canciones.

Monstruo ciego el del cholulismo, ilógico como pocos, porque a mí qué me importaba Luismi, si para lo único que lo escuche alguna vez fue para dormirme cuando tenía insomnio. Sin embargo ahí estaba, monstruo asqueroso, que me hizo ir a preguntarle a la mucama si era cierto, que después de que ella me diga: "sí le dijo el patrrrrroncito es cierto, el patrrrroncito nunca hace chistes con nada" me hizo ir al baño a ponerme más rimmel y a pensar porque no hacían uniformes más escotados. Ese maldito monstruo me emocionó por alguien que no me importaba, pero mucho peor ese maldito (el monstruo) se sintió totalmente decepcionado cuando todo emocionado corrió hasta el salón cuando empezó a sonar "Suave" y se encontró con un gordo que no se parecía en nada a Luis Miguel, que cantaba karaoke y se llamaba Cacho.

1 comentario:

  1. que te bajen la ilusión ya es feo.
    que te la baje un tal Cacho con un micrófono de juguete y una panza almohadonada, es feísimo.

    Pero lo digo de nuevo, con tus historias me hacés reir en cualquier momento y en cualquier lugar, como Terma.



    Yoyo.

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